ANILLA CON ENGANCHES DE PIEL

El bondage es una práctica sexual que se lleva a cabo desde hace cientos de años, pero de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda y son muchos y muchas los que han descubierto en el uso de látigos, esposas, etc. una nueva manera de disfrutar del sexo.

A la hora de practicar juegos eróticos relacionados con el bondage lo imprescindible es llevar a cabo este juego con una persona con la que tengamos confianza. Hablar sobre lo que nos gustaría hacer a la otra persona o sobre lo que nos gustaría que nos hicieran es el primer paso para disfrutar al máximo de la experiencia.

El bondage es una practica sexual totalmente segura si se lleva a cabo con precaución. Hay que tener en cuenta que el uso de elementos como esposas o cuerdas para atar a la parte de la pareja que ha asumido el rol de dominado/a puede llegar a causar daños, por eso lo mas recomendable es usar productos diseñados específicamente para estos juegos sexuales. La cinta de dominación por ejemplo permite atar diferentes partes del cuerpo sin tener que recurrir a nudos ni usar ningún tipo de pegamento, lo que garantiza que la piel no sufrirá por su uso.

Si las cintas o las cuerdas no son lo vuestro otra opción viable para inmovilizar a la pareja son las esposas. Las empleadas en este tipo de juegos sexuales suelen tener un extra de medidas de seguridad y lo habitual es que estén acolchadas para evitar daños. El uso de esposas de metal sólo está aconsejado para aquellas personas muy especializadas en el mundo del dolor y el masoquismo.

La variedad de juegos eróticos y experiencias por vivir en el mundo del bondage es muy amplia. Hay quien utiliza este tipo de juegos a modos de preliminares y luego prescinde de látigos, esposas, etc. a la hora de practicar el acto sexual, pero también hay quien le gusta hacer uso de este tipo de juegos y juguetes tanto durante los preliminares como durante la práctica sexual. El límite lo pone cada uno.

Si os estáis iniciando en el mundo del bondage los juegos de dominación más asequibles para los no iniciados son los que consisten en atar de pies y manos a la cama a la parte de la pareja que asume el rol de dominado, otra opción sencilla es atar al dominado a una silla.

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