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Placereado, la técnica para conectar más con tu pareja

Publicado el 2022-04-21

  • Placereado, la técnica para conectar más con tu pareja

Dentro de las terapias de pareja, uno de los ejercicios más recomendados por los especialistas es que los implicados dediquen algo de tiempo a hacerse caricias. Se trata de explorar y redescubrir el cuerpo de la pareja, sin que esto tenga que acabar necesariamente en un encuentro sexual. Una técnica que ya se conoce como placereado.

 

Y lo cierto es que tiene tantos beneficios que es recomendable para todas las parejas, no solo para aquellas que están intentando solucionar una crisis.

 

 

Focalización sensorial y placereado

 

Entre los años 60 y 70 del siglo pasado, el ginecólogo Masters y la sexóloga Jhonson desarrollaron una terapia conocida como focalización sensorial, que ha ido evolucionando hasta llegar a ser hoy en día el placereado.

 

Es una técnica tan sencilla como efectiva, basada en acariciar el cuerpo desnudo de la pareja. La clave de su éxito es que ayuda a reconectar a nivel físico, sin que exista la presión de que este momento deba acabar en coito. De hecho, también se utiliza dentro de la terapia de personas que han pasado por algún tipo de abuso sexual.

 

 

¿Cómo se practica el placereado?

 

Aunque admite muchas variantes y cada pareja puede hacerlo a su gusto, podemos definir un procedimiento estandarizado que ayuda a quienes no saben muy bien por dónde empezar.

 

Uno de los miembros de la pareja se tumba desnudo boca abajo y con los ojos cerrados. El otro, que también está desnudo, debe acariciarle de la cabeza a los pies, pero evitando en todo caso las zonas erógenas.

 

Al llegar a los pies, quien está tumbado boca abajo se da la vuelta y el proceso comienza de nuevo. Al finalizar el recorrido, quien ha estado tumbado debe hablar sobre las sensaciones que ha experimentado. De ahí que podamos afirmar que esta es una técnica que también ayuda a mejorar la comunicación.

 

Después se lleva a cabo la misma operación, pero con el otro miembro de la pareja. Cuando se ha terminado el ejercicio, se puede dar por finalizada la sesión o, si ambos miembros de la pareja lo desean, iniciar un encuentro sexual.

 

 

Una buena técnica para aprender a dar cariño y placer sin esperar nada a cambio, que también ayuda a desarrollar el erotismo y contribuye a reforzar el vínculo que existe en la pareja. Y lo bueno es que es muy fácil de llevar a la práctica, así que ya no hay excusas para no probarla.